Han pasado siglos desde que Shakespeare describió los síntomas del anciano Rey Lear en una de sus tragedias teatrales más conocidas. Sin embargo, la vida para las personas con Alzheimer u otros tipos de demencia senil, y sus familiares sigue siendo difícil. En Holanda están probando una solución bastante radical: comunidades diseñadas específicamente para que personas con problemas de deterioro cognitivo puedan vivir con normalidad, y en un entorno seguro.
La población mundial está envejeciendo rápidamente en los países desarrollados. Según datos de la Asociación contra el Alzheimer, una de cada tres personas mayores manifiesta hoy algún tipo de demencia antes de morir. Lo peor de estas enfermedades es que el proceso de encontrar los cuidados adecuados para la persona enferma es complicado y penoso, tanto para el paciente como para sus familiares. Además, cuidar a personas mayores es una tarea realmente compleja, y las personas que la ejercen no siempre están bien pagadas o tienen exceso de trabajo.
El panorama va a peor. Los casos de Alzheimer, que es una de las principales causas de demencia, se han incrementado un 68% desde el año 2000. Se calcula que el coste de atender a esas personas se disparará de los 203.000 millones de 2013 a más de un billón (europeo) para 2050.
Holanda ha puesto en marcha una idea para hacer frente a ese complicado futuro, se llama Hogeweyk (literalmente, Villa demencia en Holandés) y es una comunidad independiente dentro de la pequeña ciudad de Weesp.
Fotos: Hans Erkelens bajo licencia Creative Commons.
Hogeweyk es un conjunto de edificios aislado del resto de la ciudad mediante vallas. En este sentido no se diferencia de una residencia de ancianos tradicional. La diferencia es que, el interior de este vasto complejo es como una pequeña ciudad. Tiene sus propias cafeterías, tiendas, restaurantes, jardines o bulevares comerciales.
Los creadores de Hogeweyk explican que la idea es crear un lugar donde la experiencia de vivir sea lo más parecida a una vida normal, pero en un entorno controlado y seguro para los pacientes.
Plano de los exteriores, por Niek Roozen.
Uno de los síntomas más habituales de las diferentes enfermedades que provocan demencia senil es la necesidad de deambular. Unido a los problemas de memoria, en una ciudad normal, los pacientes se pierden, poniéndose en peligro, y generando estrés a sus familiares hasta que son localizados. En el interior de esta villa pueden moverse a su antojo.
Cada apartamento de Hogeweyk alberga de seis a ocho personas con sus cuidadores. La relación entre los pacientes y el personal es única. Los cuidadores no visten ningún tipo de uniforme, sino ropa de calle normal. Los pacientes conviven con ellos y participan en todas las tareas, desde cocinar a limpiar. Pueden comprar lo que quieran en el supermercado, ir a la peluquería, o a un restaurante. La calidad de vida, en este sentido, es mucho mayor que en una residencia estándar.
Foto: Hans Erkelen bajo licencia Creative Commons.
La decoración de los centros estándar y el encontrarse en un entorno extraño es otro factor que a menudo encuentran incómodo los enfermos de demencia. En Hogeweyk existen seis tipos de decoración en los apartamentos para adaptarse lo más posible al estilo de vida que tenía el paciente antes de enfermar.
Fotos: KopArt, Amstelveen.
Hogeweyk es obra de los arquitectos holandeses Molenaar&Bol&VanDillen, pero el concepto original pertenece a Yvonne van Amerongen, una cuidadora con décadas de experiencia acompañando a pacientes con problemas cognitivos. A principios de los 90, Amerongen y otros cuidadores comenzaron a idear un hogar donde los enfermos pudieran vivir de la forma más cercana posible a como eran sus vidas anteriores.
Hogeweyk abrió sus puertas en 2009. Desde entonces, otras compañías se han interesado por este modelo de cuidado. En Suiza, por ejemplo, ha abierto una comunidad que imita el modo de vida de los años 50, la época dorada para las personas mayores que la habitan.
La experiencia de Hogeweyk pone de manifiesto que las personas con diferentes tipos de demencia no tienen por qué vivir de una forma diferente al resto. Tan solo tienen necesidades especiales. En la web de Hogeweyk, una frase del libro de Italo Calvino Las ciudades invisibles, resume muy bien el objetivo de la comunidad: Ya han experimentado una noche como esta, y fueron felices en ella. [Hogeweyk]
Fotos: Detail Online; KopArt, Amstelveen.
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